Impronta sigilografica del concejo de FORMICH el SUSANO
Un escudo municipal tiene como misión el mostrar, con figuras y atributos determinados, lo que se tiene por personalidad diferenciada de la respectiva localidad.
Los escudos más antiguos de algunos municipios aragoneses aluden o están derivados principalmente de:
<> Premios reales por servicios distinguidos
<> Vinculación de la localidad con algún linaje en concreto
<> Hechos acaecidos en la localidad de importante repercusión
<> Afonomía del nombre de la localidad
<> Obra de heraldistas, con posterior sanción de la autoridad competente
La mayoría de nuestros pueblos, por pequeños que sean, han tenido alguna vez, a lo mejor desde tiempos remotos, un emblema concejil, siendo muy pocos pueblos de los que se pueda decir que nunca han tenido ninguna clase de escudo o enseña.
En la Edad Media, los emblemas municipales de los pueblos pequeños se utilizaban preferentemente en los sellos que servían para validar o autentificar los documentos emitidos por los concejos. Por eso, se utiliza frecuentemente la sigilografia como una de las principales fuentes para su estudio.
Los concejos de los pueblos mandaban hacer una matriz, de metal generalmente, a un maestro sellero u orfebre que esculpía en relieve negativo el emblema del pueblo junto con la leyenda que decia a quien pertenecía el sello. Esa matriz se imprimía sobre cera en el reverso o al pie del documento, y gracias a ello se nos ha conservado la impronta de los emblemas que utilizaban los concejos de nuestros pueblos.
Muchas veces el sello se perdía, se lo llevaba el escribano del concejo cuando se trasladaba a otro lugar o simplemente era destruido al cambiar de escribano, y el concejo mandaba hacer uno nuevo. Si lo hacia un orfebre distinto, aun cuando pusiese el mismo emblema, le daba un toque distinto.
En el archivo de la Comunidad de Teruel, ubicado en la iglesia de Mosqueruela, se han conservado muchas cartas de procuración o, como se dice en ellas mismas, «de creyencia» (credenciales), que llevan, siempre que no se hayan deteriorado o perdido, el sello del concejal que las emitió, siendo, por tanto, unos documentos excepcionales para obtener los escudos de nuestros pueblos.
Por medio de estas cartas de procuración, el concejo del lugar otorgaba poderes para que uno o varios de sus representantes pudiesen acudir y participar en las reuniones de la Comunidad, (en las «plegas» generalmente) y autentificaba las cartas credenciales que entregaba a sus representantes con su sello.
Como estas cartas eran de papel, el sello que llevan es un sello placado de cera. En algunos casos se ponía de modo que servía para cerrar la carta.
Se desconoce la fecha exacta en que comenzo a utilizarlo la aldea de Formiche Alto, perteneciente a la Comunidad de aldeas de Teruel, siendo de principios del siglo XV, en concreto en 1441, cuando se tiene constancia del sello o impronta del concejo de «Formich el Susano».
El sello, circular de 36 mm. de diametro y de placa, sobre papel y cera roja, corresponde al existente en la carta credencial del Concejo de Formiche Alto, mandando a la plega de Visiedo a Domingo Martín, (Doc. 529 – 1441).
En él figura un castillo almenado de tres torres, la central enmarca dos almohadillados, y presenta tres puertas de arco apuntado. Bajo el castillo, una onda, como de agua; quizas el rio Mijares. A los lados, dos muescas como espigas, quizas hormigas. Rodea el campo la leyenda entre dos gráfilos:
+ S. CONCEJO.DE.FORMICH.SUSANO, en otros sellos, SOMERO.
El castillo almenado indicaría la casi segura existencia, en su día, de un castillo o torre, que podría haber estado en el lugar conocido como «partida del castillo», recinto defensivo medieval de importantes dimensiones y asentado sobre una anterior ubicación de poblado ibérico.
Con posterioridad, en una carta de 1469, el sello que figura es distinto, quizas debido a la perdida o deterioro del sello anterior, y corresponde al anverso de una moneda de 1 real valenciano de la época de Alfonso V, (así se hace constar en el documento).