Sabina pudia (Juniperus phoenica)
– |
Juniperus es el nombre que los romanos daban a los enebros y a su madera; phoenicea quiere decir que procede de la antigua Fenicia, en el oriente mediterráneo.
Es un pequeño arbolillo de hasta 8 m de altura, de hoja verde y perenne todo el año. Tiene la copa redondeada, muy ramosa, con follaje muy denso, parecido al del ciprés, formado por ramas de color pardo-rojizo; ramillas redondeadas y muy finas, de 1 mm de diámetro, totalmente cubiertas de hojitas escuamiformes.
Es la sabina más frecuente en la Península.
Desde el nivel del mar hasta cerca de los 1400 m s. n. m., donde empieza a escasear, aguantando intensas heladas y climas muy secos, con menos de 300 mm anuales de precipitación y fuertes vientos.
Los conos masculinos y femeninos se producen en la misma planta, en raras ocasiones van en distinto pie de planta.
Florece a finales de invierno o en primavera y los frutos (gálbulos) maduran al segundo año, son de color verde o verde-leonado, al principio y al madurar de color rojizo y lustrosos.
La madera es compacta, de grano fino, muy resistente, de color pardo-amarillento o rojizo y muy aromática, es excelente para fabricar carbón, lo que sin duda ha motivado, la escasez de ejemplares bien desarrollados. A veces se cultiva como ornamental.
Se parece a la sabina albar (Juniperus thurifera), que tiene las hojas algo mayores (hasta 2 mm).
Medicinalmente se ha utilizado el aceite esencial para combatir las verrugas y para calmar los ataques de reumatismo, mediante la aplicación tópica externa de este producto.
Las hojas se han empleado para realizar decocciones por sus propiedades emenagogas, es decir que favorecen la menstruación, y para eliminar los gusanos intestinales. Igualmente se ha utilizado en medicina popular la decocción de la corteza para provocar el aborto, por la capacidad que tiene el sabinol de contraer el útero y, por lo tanto, provocar el aborto, en caso de embarazo. (propiedades oxitócicas).
El aceite esencial de sabina es muy tóxico. En caso de ingestión del aceite esencial las consecuencias son dramáticas, si se llega a ingerir una dosis letal, que se cifra para los humanos en aproximadamente un gramo o unas 5 o 6 gotas de aceite esencial. La utilización del aceite esencial o de la corteza como abortivo ha producido muchas veces resultados mortales.