Botanica Tuca

La tuca  (Bryonia diodica)

  –

Llamada popularmente tuca o nueza negra, su nombre científico genérico viene del griego «bryo – bryein» que significa empujar, germinar o crecer, en alusión a su rapidez de crecimiento. El epíteto específico dioica alude al hecho de que las flores masculinas y femeninas se encuentran en la misma planta.

Es una especie de la familia Cucurbitaceae como la de la calabaza y el calabacín, la sandía y el melón. Crece sobre matorrales y arbolado, principalmente en orlas de bosques y vegetación asociada al pie de cantiles, etc., en zonas umbrías, de sombra, fresco y relativamente húmedo, también en zonas ruderales nitrificadas.

Planta vivaz, perenne, posee una raíz napiforme, gruesa y llena de alimento lo que le proporcionauna capacidad de crecimiento portentosa que se renueva cada año. Los tallos delgados y flexibles, con hojas pentalobuladas de tacto áspero por la presencia de pequeños pelos en cuya parte inferior se forman diminutos depósitos de calcio, dotados con zarcillos que les permite trepar por muros y arbustos.

Florece entre abril y septiembre, tiene flores masculinas y femeninas en la misma planta ya que es dioica; las femeninas son blanquecinas, muy pequeñas y se reúnen en grupos de alrededor de ocho; las masculinas son algo más grandes y se reúnen en racimos más numerosos, de unas diecisiete flores.

Los frutos son esféricos y llegan hasta diez mm de diámetro; son unas bayas verdes que después pasan a rojizas o anaranjadas cuando maduran. Están llenas de un líquido de olor fétido desagradable y contienen entre tres y seis semillas relativamente grandes, de color entre grisáceo y amarillento con motas negras.

La planta es venenosa y el simple contacto de la savia con la piel puede ocasionar urticaria y una dolorosa formación de ampollas. Los frutos son especialmente tóxicos, llegando a ser mortales por colapso cardio-respiratorio. Su ingestión produce irritación gastrointestinal, vómitos, diarreas parecidas a las del cólera, hemorragias intestinales y nefritis; aunque la intoxicación por este motivo es remota pues los frutos resultan prácticamente incomestibles por la irritación rápida que producen y por su sabor muy amargo. Se calcula que entre 40 o 50 bayas producen la muerte de un adulto y 15 la de un niño, sin embargo los tallos tiernos son comestibles cocinándose como los espárragos silvestres.

Muy parecida, e igualmente tóxica, es la nueza negra (Tamus communis) también trepadora, que se distingue por sus hojas verde brillante que tienen forma de corazón con los nervios bien marcados.

Los espárragos se recolectan en primavera, antes de que echen los capullos florales. Para prepararlos, primero se quitan los zarcillos para que no amarguen, y luego se cuecen. La forma más común de comerlos es en tortilla o revuelto. Para ello, una vez cocidos, se rehogan con ajo y grasa (tocino) y se revuelven con el huevo. A este revuelto se le añade también jamón, chorizo o panceta. Otra forma de prepararlos es cocerlos con patatas, y una vez escurridos, aliñarlos con aceite y vinagre.

En farmacia se emplea para el tratamiento de la gota y el reumatismo bajo receta médica. Se emplea para el tratamiento de la gota y el reumatismo bajo receta médica. Toda la planta es venenosa y el simple contacto de la savia con la piel puede ocasionar urticaria y una dolorosa formación de ampollas. En el Valle de Hecho (Huesca) se usaban cataplasmas de la raíz, igualmente fresca y rallada, y colocada sobre la garganta sirve en el curar las anginas y como gargarismos para curar afecciones de boca y garganta.