Botanica Madreselva

La madreselva (Lonicera etrusca)

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Es de las madreselvas más comunes de ver.

Es un arbusto perenne y trepador, que puede llegar a medir hasta 3 m y al que le salen las hojas ovales, opuestas entre sí y las que crecen en los extremos lo hacen soldadas por su base, formando una especie de recipiente donde salen los frutos de color naranja en verano.

Estos frutos son redondos, de tipo baya y miden unos 5  mm.

Las flores son hermafroditas, pues en una misma flor se encuentran ambos órganos sexuales, de color e las flores varía de rosa (antes de abrirse) a amarillo-anaranjado (blanco en algunas variedades), con lóbulos terminales amarillos, que desprenden un suave aroma, más intenso de noche.

La madreselva etrusca se caracteriza, al igual que Lonicera implexa, por tener dos brácteas soldadas en la base de las inflorescencias; que son terminales (al igual que en la especie Lonicera implexa) sin embargo, se diferencia de esta en que en Lonicera etrusca las inflorescencias son pedunculadas (presentan un tallo) y suelen aparecer en grupos de 3.

Las flores en Salamanca y Granada, fueron apreciadas como golosinas por su abundancia en néctar y agradable sabor.

La flor tiene ligeras propiedades medicinales como antitusiva y las hojas son diuréticas y astringentes.

Por sus propiedades sedantes por sus propiedades sedantes. Las semillas son tóxicas para el ser humano.