Botanica Azarollo

El azarollo  (Sorbus domestica)

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El epíteto Sorbus proviene el germano y significa rojo, por sus frutos. El azarollo es un árbol caducifolio de hasta 12 m, con crecimiento relativamente rápido, con copa muy densa de hojas compuestas y flores hermafroditas blanco o crema que producen frutos en forma de pequeñas manzanas o peras pardo-rojizas.

Muy resistente al calor y a la sequía estival como a las heladas, aguanta hasta 15°C bajo cero. Su madera es muy dura y empleada para la fabricaci6n de muebles.

Los frutos, las azarollas, son comestibles, muy astringentes y con mucha vitamina C, se utilizan habitualmente en algunas zonas para producir dulces, mermeladas, debido a su alto contenido en azucares. De la misma manera, esta propiedad hace que también se utilice en la preparación de licores y bebidas alcohólicas cuando se activa el proceso de fermentación. Para ello, se utiliza la técnica de sobremaduración, donde de forma natural se reduce el contenido en agua y aumenta la concentración de azúcares.

En Formiche en todos los bancales donde había un azarollo, sus frutos se cogían a punto de madurar y se extendían en el suelo o se pasaban por un hilo y se colgaban. Se comen sobremadurados o una vez secos y puestos a remojo. Si no hacemos esto los frutos son incomibles.

No confundir por su parecido nombre con el acerolo (Crateagus azarolus) y su fruto llamado popularmente acerola, conocido y consumido por el hombre desde la antigüedad, al tener un sabor agridulce muy agradable, siendo además rico en vitamina A y C.

En la mitología celta, estos árboles se consideraban sagrados y se creía que tenían poderes de protección y curación. Hoy en día, muchas personas todavía ven a Sorbus como un símbolo de la vitalidad y la conexión con la naturaleza.

Es un poderoso aliado para fortalecer el sistema inmunológico y prevenir enfermedades. Ha sido utilizado desde la antigüedad como remedio natural para aliviar dolores de cabeza, fiebre y resfriados. Además, sus hojas y frutos contienen propiedades antiin­flamatorias y analgésicas, que ayudan a tratar enfermedades como la artritis y el dolor menstrual. También ha mostrado su capacidad para disminuir los niveles de colesterol y prevenir enfermedades cardiovasculares. Asimismo, esta planta puede ser efectiva en el tratamiento de trastornos digestivos como la diarrea y la acidez estomacal.

En la Edad Media, los serbales eran considerados plantas mágicas. Se creía que tenían poderes curativos y protectores, y se utilizaban en rituales y hechizos.