El acere (Acer monspessulanum)
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También llamado arce de Montpelier, es un pequeño arbolillo originario del sur de Europa, propio de las zonas secas del mediterráneo. Acer, nombre genérico que procede del latín afilado, referido a las puntas características de las hojas o a la dureza de la madera que, supuestamente, se utilizaría para fabricar lanzas. El epíteto específico monspessulanum hace referencia al nombre latinizado de la ciudad de Montpelier (Francia).
Es un árbol pequeño que no suele superar los 12 m, medianamente longevo, caducifolio de hojas trilobuladas,con unas buenas características para rebrotar. Pies masculinos y femeninos dioicos. Se distingue fácilmente de otros arces por tener hojas de tres lóbulos. Antes de caer en otoño, las hojas toman bonitos tonos rojizos y dorados.
Sus semillas aladas y opuestas apuntan hacia abajo y forman un ángulo agudo, son de color rojo y al madurar en otoño, se vuelven marrones. Las alas favorecen su dispersión por el viento.
Históricamente se ha utilizado la madera de este arce para carpintería, bien valorada por su color, de tipo rojizo, y por su resistencia. De hecho, es utilizado para fabricar objetos de pequeño tamaño, en ebanistería, así como instrumentos musicales. En Formiche se ha usado para hacer bastones y utensilios de cocina como cucharas.
Utilizado en jardinería como planta ornamental para jardines grandes, por la vistosidad de sus hojas en otoño y para crear un manto de hojas anaranjadas con la caída de su follaje.
También tiene usos modernos adaptándose al cultivo de bonsái, dada su buena aptitud para poda, el aspecto de su corteza y especialmente por el tamaño reducido de sus hojas.